Las cifras son aterradoras. Y también rutinarias. Cada año, 5.000 personas mueren en accidentes de tráfico en España. Lejos de seguir el ejemplo de Francia --que castiga con fuertes multas y duras penas de cárcel a los llamados "bárbaros del asfalto"--, las asociaciones de conductores explicaron ayer que que las actuales sanciones en España son "suficientes".

Lo más urgente, dijo, es incrementar la formación del conductor. Incluso, reformar las actuales enseñanzas de las autoescuelas para que los automovilistas estén más concienciados del riesgo que supone estar al volante.

El presidente del RACE (Real Automóvil Club de España), Juan Luis Huidobro, y el secretario ejecutivo del RACC (de Cataluña), Alfons Perona, fueron al Congreso para explicar en la subcomisión de seguridad vial cuáles son las medidas que, según su punto de vista, podrían frenar la alta siniestralidad en las carreteras.

Huidobro, que se mostró contrario a aumentar las sanciones por exceso de velocidad, presentó una batería de 10 propuestas. Entre ellas, un plan para mejorar la seguridad en los túneles españoles y un programa que permita no sólo contabilizar los accidentes sino averiguar sus causas y determinar soluciones.

También pidió que se incremente el apoyo a la renovación de los vehículos. Según sus cifras, la sustitución de coches con una antigüedad de diez o más años por otros nuevos implicaría una reducción de entre el 15% y el 21% en el número de conductores muertos, y destacó la importancia de la formación y los exámenes periódicos a la hora de prevenir conductas temerarias.