THtoy inicia su andadura en el Complejo San Francisco de Cáceres el I Congreso Nacional de la Lectura. Organizado por la Junta de Extremadura y el Ministerio de Cultura, apoyado por la Diputación Provincial de Cáceres y asesorado por la fundación Germán Sánchez Ruipérez, el congreso pretende ser una --digamos-- plataforma de ideas para fomentar el hábito de la lectura. Durante tres días la mesa de debate será ocupada por destacados miembros del mundo de la cultura. Cito entre otros a Alberto Manguel, José Antonio Marina, Luis Mateo Díez, Gustavo Martín Garzo, Fernando Savater o Nélida Piñón , así como a los extremeños Luis Landero, Alvaro Valverde o Santiago Castelo .

Lo que realmente fomenta la lectura es la necesidad. La necesidad de leer, quiero decir. Conozco gente que le profesa mayor afecto a su biblioteca personal que a su cónyuge. Pero hay otros que no abrirían un libro a menos que le garantizaran que iban a encontrar dentro un billete de 50 euros o una entrada para los toros. Satisfacer el apetito de los adictos y atraer el interés de los indiferentes es el doble objetivo de acontecimientos literarios como éste.

En fin, sea o no para instalarse definitivamente en mi ciudad natal, es positivo que este congreso pase por Cáceres de la misma forma que el Pisuerga pasa por Valladolid. Ahora es el ciudadano extremeño, tan proclive a quejarse de las carencias culturales de nuestra comunidad, quien, en la medida de lo posible, corresponda a esta iniciativa cultural como debiera: asistiendo al congreso o, en su defecto, dedicando ese tiempo a leer un buen libro. www.franrodriguez.tk