Del mismo modo que ha ocurrido con los seres humanos, los animales de compañía también han sufrido un importante cambio en sus rutinas durante los más de 50 días de confinamiento a causa del coronavirus. El cambio de rutinas no solo ha sido de horarios o paseos en el caso de los perros, sino que no han podido relacionarse con otros animales o gozar de su intimidad en el caso de los gatos. Ahora, después de que algunas provincias hayan empezado a pasar de fase y puedan ir ampliando su libertad, es un buen momento para tener en cuenta consejos de los veterinarios para un correcto desconfinamiento de las mascotas.

«La vuelta a la normalidad puede tener efectos negativos sobre nuestras mascotas sobre todo si no se hace correctamente en el caso de los perros. Hay que pensar que ahora los animales se pasan el día acompañados, cosa que para ellos es muy bueno, pero si de golpe les dejamos solos, los perros, por su condición de animales sociales, pueden sufrir problemas de ansiedades, miedos o frustración», asegura Marta Amat, doctora en Veterinaria, Etología y profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona. Para evitarlo, los expertos recomiendan ir dejando a los animales solos a ratos, para ir a hacer la compra, por ejemplo, o dejarlos solos en otra habitación de la casa, intentando siempre que no lo asocien a un castigo para evitar complicaciones mayores. «Les podemos dejar juguetes o comida en esa habitación para que lo asocien con un premio», explica la doctora Amat.

«En la nueva normalidad, debemos ir dejándolos solos de forma progresiva. En caso de detectar comportamientos negativos que antes no tenían, debemos consultar al veterinario y educadores cuanto antes para evitar que se compliquen y que tengan una mejor solución», insiste.

Asimismo, es importante respetar sus horas de descanso, que no son las mismas que las de una persona. Además, se debe mantener la actividad física en la medida de lo posible. Para los perros, además, es importante entender que han de salir a pasear, se tenga o no jardín, pues es necesario para ellos airearse, oler y relacionarse con el entorno. Además, según avisa Amat, «hay que evitar los castigos en casos de mal comportamiento porque a menudo no se hace de la forma correcta y solo consiguen estresar más al animal, cosa que afectará negativamente al vínculo entre él y su dueño a causa del miedo».