TEtl presente es la consecuencia del pasado. El hoy es tan sólo una herramienta para construir el mañana. Recuerdo estas reflexiones cuando me llega el dato sobre la pensión media en Extremadura, la más baja de España.

Hace unos días mantuve una conversación sobre las distintas maneras de entender el tiempo. Para uno, lo único que existía era el pasado porque el presente se escapa y el futuro --a saber qué pasa-- aún no ha llegado; para otro, era el presente lo único que marca la vida. Para mí era el futuro lo que en cada presente construimos.

Somos constructores del mañana que, al final, siempre nos alcanza. Y eso, precisamente, es lo que les ha ocurrido a muchos pensionistas de Extremadura.

Les atrapó el futuro; les alcanzó el mañana sin que el presente de ayer les permitiera disponer fuertes columnas y vigas para cerrar, techar y hacer confortable el último refugio.

Les alcanzó el futuro y ven que, a pesar de los esfuerzos de presentes ya pasados, tan sólo han conseguido un débil lugar donde, parapetados, protegerse del soplido del lobo.

No pudieron porque no les dejaron. Trabajaron duro, pero el trabajo estaba mal remunerado y la cotización baja. Ahora una caña algún día y ya está, que estos euros no dan para mucho. No, 644 de media (unos más y otros menos) para mucho no dan y además, en los tiempos que corren más de uno tenemos que ayudar a los hijos que se han quedado en paro.

Quisieron, pero no pudieron construirse un mañana al abrigo de los elementos y ahora ven como sus hijos están también perdiendo la batalla de su futuro. Quieren construirlo, pero tampoco pueden, y al final llegará el lobo, y soplará sobre el hoy de mañana, y se derrumbará la cabaña de paja, y quedarán expuestos al lobo, al viento y al frío.