El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha presentado este viernes las líneas maestras del proyecto de Real Decreto que regula la publicidad del juego y que será expuesto el lunes a consulta pública, con la vista en que sea aprobado en torno al verano. La normativa, según ha destacado el ministro, es la más restrictiva de la UE (salvo en Italia), pero no equipara el juego al tabaco y al alcohol, cuya publicidad está prácticamente desterrada, pese a que este era el compromiso plasmado en el acuerdo de coalición y la petición de las asociaciones de ayuda a ludópatas.

Por ello, el Ministerio de Consumo está recibiendo críticas, también de algunos sectores vinculados a la izquierda, a las que Garzón se ha afanado en dar respuesta una larga rueda de prensa. El ministro ha sostenido que su departamento ha estudiado "todas las alternativas" y ha optado por una "regulación estricta" y no por una prohibición total porque se ha considerado la estrategia "más eficaz" para reducir la posibilidad de ludopatía, después de que la experiencia de Italia haya demostrado que un veto completo ha llevado a muchos operadores del juego al ámbito ilegal, donde "no se regulan los mensajes, no se pagan impuestos y hay más consecuencias para la salud".

"Si optáramos por una prohibición total, podríamos hoy tener la medalla de determinados sectores pero el perjuicio para la salud pública sería mucho mayor [...]. Hubiera sido inadecuado e imprudente, porque hay gente que va a jugar sí o sí, y si se van al mundo ilegal, empujamos a la gente que necesita protección a un mundo sin protección", ha señalado el ministro.

El real decreto acota la publicidad a la madrugada, entre las 1:00 y las 5:00 horas, salvo en la retransmisiones deportivas, donde se permitirá a partir de las 20.00 horas. Asimismo, introduce diversas restricciones en los contenidos, de forma que a partir de que entre en vigor no se podrá incitar al juego, sugerir que ganar te puede solucionar la vida o ser protagonizado por famosos. Si bien, se permitirá que las camisetas de los jugadores de fútbol u otros deportes luzcan las marcas de los operadores, que no podrán, eso sí, patrocinar estadios o equipos deportivos, como sucede en la actualidad.

Según Garzón, el real decreto modificará el 99% de la actual comunicación comercial del juego y prohibirá el 80% de los actuales anuncios. Y el 20% restante, se verá seriamente modificado.