El Gobierno está dispuesto a plantarle cara a los hábitos alimentarios negativos y, por tanto, a la obesidad, especialmente preocupante entre los menores. El ministro de Consumo, Alberto Garzón, anunció el viernes una batería de propuestas para fomentar una alimentación saludable, entre las que destaca la implantación de un nuevo tipo de etiquetado frontal que aporte toda la información nutricional necesaria para impulsar una dieta equilibrada.

«Queremos generar un sistema de etiquetado que incentive el consumo de alimentos saludables y desincentive los que son nocivos para la salud», explicó Garzón en la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados. Según afirmó, en su departamento están «evaluando los diferentes grados de eficacia de los distintos sistemas existentes» para ver «cuál puede ser el diseño más adecuado» para España. A este respecto, apuntó que las experiencias de Chile, Francia y Portugal «demuestran la eficacia de optar por etiquetas con un código de fácil comprensión» para los consumidores.

videojuegos / Esta no fue la única propuesta que el ministro puso sobre la mesa. El nuevo etiquetado podría llegar también con un modelo fiscal diferente al actual que sirviera para fomentar una dieta equilibrada y restar atractivo a aquellos productos «con cierta nocividad» para la salud. Garzón destacó asimismo la necesidad de regular «las informaciones comerciales dirigidas al público infantil y que no promueven buenos hábitos».

Como última medida y complementando a todas las demás, aseguró que se promoverá la realización de campañas de concienciación, prevención e información «que permitan a nuestro país transitar hacia una alimentación saludable».

Otro de los ámbitos en los que Garzón pretende legislar en el de los videojuegos. Concretamente, anunció que regulará las cajas de recompensa en los videojuegos con la intención de prevenir la ludopatía entre los menores. «Este ministerio ha notado la proliferación de fenómenos de juegos de azar en el seno de videojuegos que ofrecen unos mecanismos llamados cajas botín que permiten a los usuarios mejorar su capacidad de desarrollarse en dicho juego accediendo a unos elementos de sorpresa, previo pago de dinero real», subrayó. Y no lo considera del todo correcto.

El ministro defendió que estas compras virtuales se incluyen en videojuegos aptos para menores y los padres no suelen tener conocimiento de ellas. Además, señaló que suelen ir acompañadas por una música similar a la de las máquinas tragaperras que fomenta «la aparición de fenómenos patológicos» en los niños y adolescentes, por lo que se deben incluir dentro o del plan integral contra la ludopatía que impulsará desde su ministerio en esta legislatura.

«COMPULSIVOS» / Para Garzón, las cajas botín, también conocidas como loot boxes, son una de las estrategias de fidelización de las empresas de este sector y permiten acceder a ventajas como «un jugador que dispara mejor o mete más canastas» y que es sorteado aleatoriamente. Ello, según dijo, puede llevar a que «una niña de 15 o 16 años pida a su padre 10 euros, y otros 10, y otros 10», dando paso a comportamientos «compulsivos» que están preocupando al ministerio porque abren la vía al juego problemático. Con la particularidad, además, de que se están produciendo en un entorno no regulado en España, al contrario de lo que sucede en otros países europeos.

Para el ministro, el real decreto es «un paso de gigante» y la salida de la «ley de la selva» mediante la fórmula del real decreto, que eligieron con la intención de que la nueva temporada deportiva pueda arrancar en septiembre con la publicidad del juego sometida ya a una regulación.

Garzón también censuró la proliferación de salones de juegos en muchas ciudades, locales sobre los que existe una «duda razonable sobre el control» de la entrada de menores y que incluyen atracciones como bebidas a precio por debajo del mercado.