La crisis económica se está llevando muy levemente la contaminación del aire que cubre las ciudades y pueblos españoles. Así, según los ecologistas, los datos oficiales apenas sirven para maquillar las cifras y certificar unos niveles crónicos. Durante el 2012, de acuerdo con el informe anual de Ecologistas en Acción, el 37% de la población tuvo que respirar niveles de contaminación ilegales --por encima de los valores máximos establecidos por la UE-- en su entorno al menos algún día, lo que supone un total de 17,7 millones de personas. Una contaminación que, además, según varios estudios de la Comisión Europea, causa la muerte prematura de más de 400.000 personas al año en la UE, 20.000 de ellas en España, 10 veces más que los accidentes de tráfico.

Con datos de las más de 700 estaciones de medición que hay en España, el informe señala como principales culpables a las PM2,5 y PM10 (partículas finas en suspensión que se inhalan y penetran en el organismo), al ozono troposférico (O3), al dióxido de azufre (SO2) y al dióxido de nitrógeno (NO2). Las PM2,5, vinculadas especialmente a las obras, el tráfico y diversas industrias, son las menos medidas y evaluadas, según los ecologistas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que no se superen nunca los 25 microgramos por metro cúbico (mg/m3) como valor medio diario, pero en Barcelona se sobrepasaron durante 76,70 y 66 días, respectivamente, en las estaciones de Poblenou, Plaça Universitat y Gràcia-Sant Gervasi.

EL PROBLEMA DEL TRAFICO No obstante, el NO2, procedente de la combustión de los motores diésel y del humo de las calefacciones, es el peor agente contaminador en las áreas metropolitanas. En las de Barcelona y Madrid, según Juan Bárcena, coordinador de Calidad del Aire de Ecologistas en Acción, se siguen superando los límites legales comunitarios (40 mg/m3) pese a que el consumo de carburante fue en el 2012 un 20% menor que cinco años antes. Se supera tanto la media anual permitida como el número de episodios diarios excepcionales.

En Barcelona, por ejemplo, cuatro estaciones superaron la media anual de NO2, así como también los municipios próximos de Sant Adrià de Besòs, Santa Coloma de Gramenet, Barberà, Granollers, Mollet, Montcada i Reixac, Sabadell, Sant Andreu de la Barca y Terrassa. Con todo, los niveles de Barcelona se quedan por debajo de Madrid, donde el 70% de las estaciones superan los límites.

EN DIRECCION OPUESTA El SO2, más preocupante en los 80, en momentos de mayor actividad industrial, se ha medido poco. Afectó a la Plana de Vic, donde la única estación registró 22 superaciones del valor medio diario recomendado por la OMS. Las refinerías de petróleo y el tráfico marítimo siguen siendo emisores importantes.

"La contaminación en general y sobre todo en Barcelona y Madrid es muy similar a la registrada en el 2011. Se ha reducido muy poquito en las emisiones de NO2 y partículas", resumió Francisco Segura, coordinador de la organización ecologista. A su juicio, la situación no mejorará, ya que ni las comunidades autónomas ni el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente están adoptando "acciones decididas" para afrontar este problema, y tampoco ofrecen suficiente información a los ciudadanos. Bárcena advirtió de que incluso se van tomando medidas en "dirección opuesta", como la anunciada por el Gobierno de subir la velocidad máxima en algunos tramos de autopista a 130 km/h.

La Comisión Europea inició en el 2009 un procedimiento de infracción contra España por el incumplimiento de la normativa sobre calidad del aire, que está a punto de llegar al Tribunal Europeo de Justicia y que podría dar lugar a elevadas multas. La infracción se refiere a la superación de niveles del NO2 en siete zonas. Todas ellas pidieron a la UE una prórroga para el cumplimiento de la ley.

Para disminuir los gases de los vehículos a motor, tas proponen como principales vías de actuación la disminución del tráfico motorizado, la reducción de la necesidad de movilidad y la potenciación del transporte público, en especial el eléctrico.