TAt menudo me he preguntado qué cuentan las ovejas para poder dormir. Siempre creí que lo más normal es que contaran ovejas, porque contar pastores lo mismo les podría provocar pesadillas. Dicen los investigadores de la Universidad de Oxford (pruebe a pensar en algo absurdo y descubrirá que ya ha habido un científico que lo ha pensado antes y ha realizado un estudio) que contar ovejas es demasiado aburrido como para despejar preocupaciones y poder conciliar el sueño. Aseguran esos científicos que para dormir es mejor pensar en espacios abiertos y placenteros que en cifras y sumas. Total, que lo de visualizar una explotación ovina no ayuda a superar el insomnio. Curiosamente hay gente que vive de eso, no de contar ovejas, que también, sino de comprobar si son capaces de conciliar el sueño según en qué lecho se acuesten. Son los probadores de camas. Uno de los mejores es un tal Graham Butterfield , que trabaja en una empresa llamada Solentnight, en la que se encarga de probar este tipo de mobiliario. Este señor, para despejar preocupaciones y poder dormir tranquilo por las noches sin necesidad de imaginarse ganado saltando cercas, ha decidido asegurar su trasero en un millón de libras, ya que, según parece, el culo es la mejor parte del cuerpo para comprobar que una cama es mullida y acogedora. Así, asegurando su culo ha resuelto su futuro laboral. El tipo dice que ahora duerme mejor que nunca. Todo esto me lleva a pensar dos cosas (advierto que sin haber realizado un estudio científico): que la mejor forma de poder conciliar el sueño no es contar ovejas, sino saber que tenemos nuestra vida asegurada, aunque sólo sea una parte de ella, aunque tan sólo sea la parte de atrás, y que lo mismo no es tan malo eso de pensar con el culo. Y las ovejas, ¿contarán traseros?