Los operarios han retirado ya 400 toneladas de escombros de la casa de Tarragona, donde el pasado jueves se registró una explosión de gas que causó la muerte de cinco personas, tres de ellos niños, mientras la policía continúa las investigaciones para determinar las causas del siniestro.

El concejal de Urbanismo, Jordi Miquel Sendra, ha explicado que los escombros, muy voluminosos, proceden en su mayoría de los pisos derruidos y que, en cuanto la estructura del edificio les garantice la seguridad en la vía pública el inmueble se cubrirá con una red de seguridad y se abrirá al tráfico la calle.

A consecuencia de la explosión, sólo han quedado en pie los bajos y la fachada del edificio, situado en el número 72 de la Rambla Nova de Tarragona, mientras que las plantas segunda y primera han resultado afectadas, la tercera y la cuarta están destrozadas y el ático se hundió con la explosión.

Los operarios que llevan a cabo las tareas de desescombro, que se han agilizado para evitar que el peso de los cascotes afecte a la estructura del edificio, han logrado recuperar muchos objetos personales de las familias que residían en los pisos.