Copito de Nieve morirá en muy poco tiempo. "No es una cuestión de años y tampoco de muchos meses, es una cuestión de semanas", anunció ayer el presidente del zoo de Barcelona, Jordi Portabella, en una rueda de prensa que tuvo lugar frente al habitáculo del emblemático animal albino. Copito de Nieve padece un cáncer de piel causado por su especial sensibilidad a los rayos ultravioleta del sol. La enfermedad, que le fue diagnosticada en el año 2001, se encuentra ahora en una fase "terminal e irreversible", según explicó Portabella.

El veterinario del zoo, Jesús Fernández, precisó que el animal tiene actualmente un tumor en la axila derecha --producto de la enfermedad-- cuyo tamaño hace imposible extirparlo mediante cirugía sin causarle un dolor excesivo. Además, la operación no bastaría para curarlo.

Dada la gravedad de la situación, los responsables del zoo han decidido no alargar artificialmente la vida del gorila, una medida que también pretende garantizarle "una muerte digna".

Por ahora, Copito de Nieve --que tiene entre 38 y 40 años-- recibe un tratamiento a base de antibióticos, antidepresivos y antitumorales. El gorila permanecerá a la vista del público hasta que sus condiciones físicas le permitan seguir en el habitáculo que, rodeado de toda su familia, ocupa actualmente, pero todo depende de la evolución del cáncer.

Como todos los animales del parque, Copito de Nieve será incinerado después de que fallezca.