La que fue amiga del Rey Juan Carlos, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, sostuvo ante el representante de la Fiscalía Anticorrupción que se trasladó a Londres para tomarle declaración como testigo que conoció por terceros lo que contó al excomisario José Manuel Villarejo en relación con las supuestas comisiones del AVE de la Meca, en las que implicó al rey emérito Juan Carlos.

En un comunicado, la defensa de la princesa alemana expresa su satisfacción por colaborar con la justicia, pero resta trascendencia a sus palabras y señala que "acusaciones serias en los medios sobre los negocios financieros del Rey emérito han existido por décadas" y remite al poder judicial español la decisión de investigar qué hay de cierto en las afirmaciones que aparecía en la grabación intervenida a Villarejo.

Los abogados de Corinna Larssen concluyen su nota adviertiendo que responderá con acciones penales a "cualquier intento posterior por parte de personas en España que busquen utilizarla como chivo expiatorio para restarle importancia a sus propias acciones indebidas".

INVESTIGACIÓN ABIERTA

Anticorrupción quería tomarle declaración en relación con la investigación del presunto pago de comisiones, por el delito de corrupción en transacciones financieras internacionales y cohecho. La Fiscalía abrió diligencias por este delito, que debía investigarse de forma independiente a la del 'caso Villarejo', en diciembre del año pasado.

Hace justo un año el juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea dio carpetazo a la pieza que había abierto tras publicarse la conversación en la que Corinna Zu Sayun-Wittgenstein relataba al excomisario José Manuel Villarejo presuntas irregularidades del Rey emérito, en cuanto tuvo en sus manos una petición de archivo de la Fiscalía Anticorrupción, que exime a Juan Carlos I de cualquier responsabilidad penal, por la inviolabilidad de la que disfrutan los jefes de Estado y ser los indicios existentes contra él "extremadamente débiles".