--Es usted la primera presidenta del club taurino placentino. ¿A quién ha engañado?

--¿Yooo? A nadie.

--Pero se ha puesto un mundo de hombres por montera.

--Uy qué risa. Si yo en esas cosas de hombres y mujeres no creo.

--Veamos qué sabe de toros: y el toro dijo al morir...

--Mu.

--No, dijo ´no quiero dejar este mundo sin probar pipas Facundo´. Por cierto, está usted mataora con esos claveles que se planta cada feria.

--Me los compré hace muchísimos años, se lavan y se guardan para la siguiente. Es que me pongo de feria.

--¿Sería comisaria sólo para presidir una corrida?

--No, no y menos en una ciudad como Plasencia. Hay que ser muy valiente.

--¿Para estar a su lado hay que ser torero?

--Déjame en paz, si a mí me encanta la gente.

--Es usted matrona. ¿Le dan más guerra las madres o la semana taurina placentina?

--Lo último porque hay que tener mucha afición y hacer mucho esfuerzo y las mujeres no dan guerra. Ni los maridos ¿eh?

--Usted, y alguno más, parecen los del 7 placentino. ¿Es que no se puede estar callada?

--En plan polémico, no. Pero sí, soy crítica y me gusta. Aquí hay un tendido muy bueno de señores entendidos, donde yo me pongo para aprender.

--¿Por qué cambiaría la feria de Plasencia?

--Por nada. Esos días los tengo reservados y lo saben mis compañeros de trabajo de Cáceres.

--Dice que vive en la N-630. ¿Al mal tiempo buena cara aun con muletas, y no taurinas?

--Y en un trozo de la A-66. Pues sí, soy como Valerón, pero con otro sueldo.

--¿A quién le cortaría una oreja?

--Al político en general porque la política de hoy es la del interés, que te quiero Andrés.

--¿Y el rabo?

--A nadie, por Dios, pero vuelta al ruedo a una buena persona.

--¿La fiesta nacional no era el chismorreo?

--Yo alucino con la tele rosa . ¿Tan aburrida está la gente? Lo que tienen que hacer es salir más.