¿Puedes llamar a una persona situada en la otra punta del globo? ¿Es posible ubicar dos puntos geográficos y trazar un recorrido entre ellos? ¿Eres consciente de que en tu bolsillo llevas un dispositivo mucho más potente que el ordenador que en 1969 nos llevó a la Luna? Por todo ello deberías dar las gracias a la tecnología espacial. Los avances conseguidos para el espacio no se quedan en órbita, sino que tienen una influencia directa en nuestro día a día. De hecho, son muchos los que plantean que la tecnología del futuro ya existe en el espacio, por lo que tan solo haría falta alguien capaz de extrapolar estos planteamientos extraterrestres a una esfera más cotidiana.

Con el fin de revolucionar la Tierra con tecnología del espacio, cada vez son más las iniciativas que buscan impulsar la innovación empresarial en este sector. En este contexto, la competición internacional Act in Space se presenta como uno de los principales polos de innovación relacionados con el mundo del espacio. Durante este concurso, los participantes disponen de 24 horas para plantear nuevos usos para la tecnología que ahora mismo está siendo utilizada fuera de este planeta.

La iniciativa, que cuenta con el apoyo de gigantes como Airbus, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Francesa (CNES), aterrizó por primera vez en Barcelona el pasado mes mayo. El maratón se desarrolló en 71 ciudades al mismo tiempo, reuniendo a un total de 3.356 participantes de todo el mundo. El duro trabajo de aquellas jornadas dio sus frutos el pasado jueves en Toulouse (Francia), donde se celebró una gala para premiar los proyectos más innovadores.

Fomentar la inquietud

«Estas iniciativas son necesarias para volver a motivar a toda una generación que ha quedado afectada por la crisis. De ahí la organización de actividades para demostrar que las oportunidades existen», explica Mar Fernández, responsable de promoción de la innovación de KIM Global, entidad organizadora de la primera edición barcelonesa de Act in Space. En esta misma línea, Fernández añade: «Lo más importante es fomentar la inquietud científica entre los estudiantes para que, en el mejor de los casos, desemboque en un espíritu emprendedor».

Según los expertos, la innovación espacial se halla en su mejor momento. «Estamos ante dos revoluciones fundamentales en el sector aeroespacial. La primera es la entrada de nuevos actores, como las empresas privadas. La segunda es el low cost. La unión de ambas nos lleva a una democratización del espacio y cada vez son más los proyectos que surgen para innovar en este ámbito», explica Miquel Sureda, coordinador del máster en Ingeniería Espacial y Aeronáutica de la UPC (Terrassa) y miembro del jurado de la primera edición del Act in Space de Barcelona.

Los sistemas de posicionamiento espaciales dieron pie a nuestros GPS. La tecnología creada para comunicar con misiones a la Luna ha acabado por mejorar nuestras telecomunicaciones. Puestos a ello, ¿cuál será el siguiente avance llegado del espacio? Iniciativas como Act in Space permiten encontrar nuevos usos para la tecnología que, a día de hoy, ya se utiliza para explorar el cosmos. Según apunta Sureda, la innovación relacionada con el sector sigue «estando en pañales», por lo que aún queda mucho camino por recorrer. De ahí la importancia de promover iniciativas que permitan explorar nuevas ideas.

«Está claro que se necesita canalizar todas estas energías hacia la creación de nuevas ideas y proyectos. Pero esta vía debería ser una alternativa voluntaria para los estudiantes. Es decir, tenemos que seguir trabajando para que esto no acabe convirtiéndose en un sustituto ante la falta de oportunidades del mercado laboral», concluye Fernández.