Con botas y sombrero vaqueros y gafas de sol apareció ayer Kevin Costner ante la prensa acreditada en el festival de San Sebastián. Su tercera película como director, Open range , clasuró anoche el certamen en el Velódromo. Como realizador triunfó con su primer filme, Bailando con lobos , pero fracasó con El cartero . "No vivo nunca pendiente del éxito y el dinero, sino que lo que me interesa es cómo me hacen sentir las películas que hago". En el pase para prensa, este western no fue muy bien acogido. Especialmente por sus escenas finales, tildadas de blandengues y sentimentaloides. Costner elogió el género del western, al entender que trata de personas, de cómo se comunican entre sí y con la tierra, en unos momentos muy difíciles para la convivencia por la falta de leyes.