Una prenda roja. Una lista de propósitos. Y después de las doce uvas ya es año nuevo. No cabe duda de que el 1 de enero es celebrado por la mayoría de los extremeños. En la euforia de la noche especial cada uno lo celebra como quiere. Están los que viven la Nochevieja en las plazas, en el hogar o de los que se enfundan sus galas para disfrutar de la primera madrugada del 2017 en un cotillón. De estos últimos parece que quedan menos cada año.

Para esta noche, la Junta ha recibido trece peticiones de locales para celebrar macrofiestas. De todas las solicitudes, a día de ayer había aprobado once -ocho locales pacenses y tres cacereños- y había denegado dos, en un bar y en una cafetería, ambas en Badajoz. Entre los cotillones autorizados, los más numerosos se encuentran en la capital pacense: los salones Murano, con un aforo para 1.443 personas; el complejo Alcántara, con 1.300; el hotel Río, con 1.224. El café bar La tasquita de Zafra prevé 1.080 personas y el resto no supera las 500 personas de aforo. El complejo la gran familia de Villafranca (500), el bar la Fatela de Villafranca (400), el café bar la Fábrica de Almendral (300), el club de tenis Cabezarrubia de Cáceres (300), el Círculo de la Concordia de Cáceres (250), Las Barandas de los Santos de Maimona (180) y el camping de Baños de Montemayor (100) completan la lista de macrofiestas autorizadas por la Junta debido a que este tipo de establecimientos necesita un permiso de actividad especial que concede el gobierno regional porque el resto del año se dedican a la restauración.

La cifra de solicitudes mantiene su tendencia de los últimos años pero contrasta con la época dorada de las macrofiestas en la región en las que más de una treintena de establecimientos celebraban sus cotillones de Nochevieja. Fue a partir del 2006 cuando el número comenzó a disminuir y en 2009 no superaban la docena con autorización.

CAMBIO DE TENDENCIA / Los cambios en las formas de consumir de los extremeños y el ahorro de los clientes que prefieren consumir de forma libre y no cerrarse a un precio fijo o a un espacio cerrado se encuentran entre los causan que motivan a los extremeños a cambiar su forma de ocio en la fiesta de fin de año, según apunta Antonio Martínez de la Confederación Empresarial de Turismo de Extremadura (Cetex). Salir de copas se convierte cada vez más en la opción elegida por los consumidores en la región. En cuanto a los que prefieran quedarse sin salir del salón podrán surfear los especiales televisivos en lata con algún bailoteo.