Coincidiendo con el Día Mundial de la Fibromialgia, celebrado ayer, un grupo de investigadores españoles dieron a conocer el Fibrochip, un prototipo que permite detectar los casos más severos de esta enfermedad y del síndrome de fatiga crónica. El fin de este chip en pruebas es que el médico pueda identificar a los pacientes que tengan una mayor probabilidad de desarrollar de forma grave una de estas dos enfermedades y, a la vez, ayudar a elegir el tratamiento más adecuado. La idea es que los afectados eviten llegar a padecer un dolor cada vez más intenso, como sucede en los estadios más graves de ambas dolencias.

La fibromialgia es una enfermedad del sistema nervioso que se traduce en dolor crónico generalizado, hipersensibilidad al dolor en varios puntos y que afecta a entre 1.200.000 y 1.600.000 españoles (entre el 3% y el 4% de la población). La fatiga crónica se traduce en un cansancio persistente al más mínimo esfuerzo y en dolor y debilidad muscular que suelen hacerse crónicos.

El chip de ADN, presentado ayer durante unas jornadas en el Colegio de Médicos de Cataluña, tiene la forma de los cristales que se usan para analizar muestras en los microscopios y consta de una serie de minúsculas hendiduras. "En cada una de ellas se pone un fragmento del ADN de los pacientes que se quieren estudiar, se someten las muestras a un láser y el resultado obtenido es un mapa de puntos donde cada uno señala una mutación distinta", explicó ayer Antonio Martínez, director técnico de Progenika Biopharma, laboratorio que lo ha desarrollado, junto a la clínica CIMA. Prevén que pueda usarse al final de año.