No hay cigüeñas para traer a los niños que no vienen de París. Los bebés de las inmigrantes subsaharianas llegan en patera, como sus madres. Y como ellas, en muchas ocasiones, pierden la vida en el intento. La muerte el lunes pasado de seis mujeres y de seis bebés en el naufragio de una patera ha puesto el foco sobre el aumento que este año se registra en la llegada de bebés, algunos recién nacidos, y embarazadas a las costas españolas. El primer aviso se produjo el 18 de abril, cuando llegó una patera con cuatro bebés. Uno había muerto de frío.

Según Cruz Roja de Andalucía, este año han llegado a las costas andaluzas 17 embarazadas y 24 menores subsaharianos, la mayoría bebés y niños de corta edad. Es decir, en estos seis meses ya han llegado casi tantos neonatos como en todo el 2004, cuando la cifra alcanzó los

29 niños. El fenómeno, que era casi exclusivo de las subsaharianas, se ha extendido. Este año, de las 17 embarazadas, cuatro son marroquís.

El franciscano Isidoro Macías, más conocido como Padre Patera, es testigo de la desolación de esas mujeres. En su Casa Familiar de los Franciscanos de la Cruz Blanca, acoge a las inmigrantes que han dado a luz en los hospitales de Cádiz o a las que ya vienen con sus hijos. Cinco madres --algunas con tres hijos-- y dos embarazadas a punto de salir de cuentas viven estos días en el centro.

FALSAS EXPECTATIVAS Las organizaciones no gubernamentales coinciden en que la causa principal del incremento de mujeres y niños en las pateras es la falta de información. "Estas mujeres se creen" --dice el franciscano de los Hermanos de la Cruz Blanca-- "lo que les dicen las mafias: que si dan a luz aquí o si vienen con un niño conseguirán antes los papeles. Las inmigrantes llegan engañadas pues nadie les explica que el derecho de suelo, que establece que una persona obtenga automáticamente la nacionalidad del país donde nace, ha sido abolido en la Unión Europea"", dice Hicham Rachidi, vicepresidente de la Asociación de Amigos y Familiares de las Víctimas de la Inmigración Clandestina (AAFVIC).

"El otro gran motivo es que muchas de estas inmigrantes son violadas durante su viaje o caen en redes que las obligan a prostituirse", explica Jean Leonard Tuadi, un periodista congoleño especialista en inmigración en la cadena italiana de radio y televisión RAI. Tuadi asegura que en las costas italianas también ha aumentado la llegada de bebés.

NOVIOS PROTECTORES Además, muchas inmigrantes denuncian haber sido agredidas sexualmente tanto por delicuentes como por policías de los países que atraviesan. Otra causa del aumento de embarazos está en que muchas de esas mujeres se buscan un novio entre sus compañeros de expedición para que las defienda durante ese peligroso viaje, que las lleva desde Nigeria a Marruecos y que puede durar años. De esas relaciones, muchas inmigrantes quedan embarazadas.