Las intensas lluvias de las últimas horas provocaron el desbordamiento de varios ríos y el corte de carreteras en algunas zonas de Castilla y León, Aragón y Navarra. El mal tiempo provocó que en algunos puntos de Aragón hubiera riesgo de aludes, lo que llevó a las autoridades al desalojo de un balneario. Meteorología pronostica un debilitamiento de las lluvias, donde sólo serán "persistentes" en Cataluña.

Los problemas comenzaron por la mañana. En Castilla y León cerca de 15 carreteras de la región sufrieron problemas por el aumento del caudal en la Cuenca del Duero. Los ríos Cea, Esla, Carrión, Valderaduey y Duero superaron en pocas horas los niveles de alerta.

Además el Pisuerga se salió de su cauce a su paso por el término municipal de Melgar de Fernamental (Burgos). En la misma provincia, ríos y arroyos de la comarca del oeste se salieron de su cauce, entre ellos el Odra, que ocasionó problemas en la circulación de la red secundaria.

En León el desbordamiento del río Cea ocasionó cortes en varias carreteras locales de Sahagún. En Palencia varias vías comarcales resultaron afectadas, al igual que en Soria, donde se cortó la N-234 en el término municipal de Ciria y también se produjeron cortes en diferentes tramos de la red secundaria en varias carreteras, que comenzaron a recobrar la normalidad "aunque con precauciones" por la tarde.

En Navarra se registró un aumento de caudal en todos los ríos; especialmente en el Ega, en Tierra Estella, que alcanzó a las once de la mañana una altura de 2,84 metros y 138 metros cúbicos de agua por segundo. Además algunos tramos de la red secundaria de carreteras se cortaron ante la presencia de balsas de agua.

En Aragón, el río Manubles también se desbordó a su paso por las localidades zaragozanas de Moros y Ateca. Además la lluvia afectó a la carretera que une las localidades de Calatayud con Embid, al estar anegada.

SITUACION NORMALIZADA

En Calatayud, a pesar de que se esperaban fuertes avalanchas de agua, el alcalde de esta localidad, Fernando Martín, aseguró que a media tarde la situación estaba "totalmente normalizada" y que no se habían producido grandes desbordamientos al haber reforzado los tres puntos más vulnerables con sacos de arena.

El mal tiempo obligó incluso a los efectivos de Rescate de Intervención de Montaña de la Guardia Civil de Panticosa a evacuar a 16 personas de un baleneario en esta localidad ante el peligro de aludes.