TSton figuraciones mías o cada vez hay más gente cabreada en la calle? Es como si al salir de casa se metieran un chute de Jiménez Losantos . De acuerdo que al señor Pizarro le han untado dieciocho millones de euros por dejar Endesa y meterse en política y que eso es para encabronarse. De acuerdo que somos el país más ruidoso de Europa y eso alteraría los nervios del mismísimo Dalai Lama si viviera entre nosotros. De acuerdo que nuestra universidad ha caído en el descrédito y rezamos para que nos salga el hijo fontanero antes que universitario. De acuerdo. Pero, a parte de eso, ¿no va todo bien? ¿No ha ganado el Madrid la liga? ¿No sigue Paquito el Chocolatero siendo el rey de las fiestas? ¿No nos ha abierto Rouco Varela su pecho? ¿O ha sido una sobrina? ¿No ayudará el Gobierno a remontar la crisis de los constructores? Entonces, a santo de qué esos morros. Qué falta nos hace una universidad mientras estén los albañiles contentos. Dijo alguien que el que inventó la lavadora contribuyó más a la liberación de la mujer que todos los tratados feministas. Y yo digo que los constructores modernos han hecho más por la comprensión del género humano que todo Cicerón y Cervantes juntos. Yo comprendo los problemas de mis vecinos porque puedo oír sus conversaciones a través de las paredes, sé cuando riñen y cuando juegan a los médicos, los ladridos de sus perros contribuyen a que pase la noche ahondando en mi pensamiento, sus hijos enriquecen mis conocimientos de música moderna en las horas de la siesta. Que se lleven las Humanidades donde hagan falta, nosotros aprendemos humanidad sin salir de casa. Y todo gracias a esos pobres constructores a los que ahora vapulea la crisis. Que el Gobierno los ayude, y que Dios los perdone.