El aguafuerte de Chillida que José Luis Rodríguez Zapatero regaló al Papa "significa una invitación al acercamiento, a la paz y a la solidaridad, valores esenciales tanto del cristianismo como del pensamiento socialista". Con esta interpretación, hecha por Zapatero, trasciende una posición del líder del PSOE que hasta ahora apenas hizo explícita. Juan Pablo II recibió durante unos cinco minutos al jefe de la oposición al término de la misa celebrada en la plaza de Colón.