Los medios de comunicación franceses regalaron ayer una coartada al Gobierno español, reprobado por el PP y por la compañía Girjet debido a su actuación en la crisis del Chad. En contadas ocasiones los políticos recomiendan con tantas ganas la lectura de periódicos y, ayer, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores y desde la Moncloa se sugirió repasar los diarios del país vecino que cuestionaban la efectista diplomacia de Sarkozy.

El titular de Exteriores, Moratinos y Rodríguez Zapatero, se han podido aprovechar de los daños colaterales de Sarkoman y justificar así el "papel secundario" que España adquirió desde que el avión fue retenido en Abéché. Las críticas de la prensa a la sobreactuación de Sarkozy y los supuestos fallos de la diplomacia francesa de a pie contrarrestaron en parte las consecuencias de la imagen de Zapatero en Torrejón de Ardoz, recibiendo el regalo envenenado de su homólogo al dejar a las cuatro azafatas.

Fuentes de Exteriores defendieron ayer la estrategia de dejar la voz cantante a Francia, ya que tiene embajada en esta república africana, un protagonismo que ha revuelto el estómago de José María Aznar. "Me siento humillado como español. ¿Imagina que un presidente español rescate a una tripulación francesa y la deje en París?", se preguntó en la COPE.