El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha decidido intervenir ante la situación creada por el retraso en la decisión de construir un cementerio nuclear en España.

El pleno de este organismo acordó el pasado 13 de octubre limitar el tiempo de almacenamiento del combustible gastado en las piscinas de la centrales, lo que comunicó ayer a través de su web.

El objetivo es evitar situaciones similares a lo ocurrido en la nuclear japonesa de Fukushima, donde los productos de fisión acumulados en las piscinas fueron uno de los focos de contaminación.

Gran parte del combustible gastado, los residuos de alta actividad, deben seguir almacenándose en las piscinas de las plantas porque el Gobierno ha aplazado reiteradamente la decisión de ubicar el Almacén Temporal Centralizado (ATC) por la oposición de las comunidades autónomas, mientras que el PP tampoco ha dado ninguna pista sobre lo que va a hacer al respecto si logra la victoria el 20-N. Con su decisión, el CSN fuerza al futuro Ejecutivo a iniciar cuanto antes la construcción de la polémica instalación.

El límite máximo de almacenamiento se establecerá a través de una instrucción técnica que el Consejo de Seguridad Nuclear emitirá en el plazo máximo de un año, según el acuerdo que se alcanzó y que no contó con la unanimidad del pleno.