Lorenzo Campón es taxidermista, tiene su taller en Cáceres y ha preparado a nivel internacional todo tipo de animales disecados como leones, osos, elefantes enteros e incluso una jirafa. Ahora, este artesano se ha propuesto otro reto: formar a futuros taxidermistas para que se pueda crear en Cáceres u otro punto de Extremadura un museo de ciencias de la naturaleza, que estima necesario para la región. Para ello, Lorenzo ha puesto en marcha, en sus propias instalaciones, la primera y única escuela-taller de taxidermia que existe en España. Este artesano taxidermista es uno de los más reconocidos en la ciudad, pero también a nivel regional y pensó hace ya 30 años que "la ilusión" de su vida sería que Cáceres contara con este museo de la naturaleza "acompañado de una escuela".

Con este objetivo, el próximo 13 de abril se estrenará la escuela, en la que, de momento, solo se han apuntado tres alumnos. Las técnicas que impartirá abarcarán "absolutamente todo lo que supone este arte. Curtido y rebaje de pieles, montaje sobre maniquís, tanto en mamíferos como en aves de plumas, y cabezas naturalizadas. Se va a tratar todo lo que es taxidermia de forma real y con animales reales y se hará de forma personalizada", comenta Lorenzo.

Con toda una vida y una amplia experiencia a sus espaldas en el mundo de la taxidermia, Lorenzo explica que disecar animales engloba muchas disciplinas: desde el dibujo y la carpintería hasta la biología del animal y su hábitat, pasando por la decoración. De hecho, también fabrica artículos decorativos como lámparas o perchas, aparte de las típicas cabezas de animales, como las de venado.

Mientras Lorenzo defiende este arte a ultranza y sostiene que está "totalmente a favor de la naturaleza", la gente en general piensa que es todo lo contrario: que ataca y va en contra de ella. Es por esto que piensa que "la taxidermia es necesaria y la escuela-taller es imprescindible en la región. Me da muchísima pena que Extremadura, que alberga prácticamente el corazón de la fauna ibérica, carezca de un museo de ciencias de la naturaleza" lamenta.

Por ello, destaca que su pretensión no es matar animales, sino conservar aquellos que mueren en los centros de conservación para que "dentro de 30 años las personas tengan más facilidad para conocer estos animales salvajes", en su museo, el cual necesitará gente que esté formada en la artesanía taxidermista. Además, su idea es repetir el curso cuatro veces por año en función del número de interesados.

Después de buscar sin éxito el apoyo público para su proyecto, Lorenzo Campón se ha decidido a ir por libre para enseñar a "muchísima gente interesada en la región" en este tipo de arte, en el que hasta ahora los propios artesanos guardaban con recelo los secretos de su profesión.