Iván Sevillano, más conocido como el Huecco, es un visionario de la música: crea y fusiona los ritmos más variados y afirma sentirse ahora más libre que nunca con su arte y profesión. Fue disco de platino en el año 2006 y con su nuevo disco ´Assalto´ no dejará que nadie se quede en el sitio indiferente. No es ajeno a Cáceres, ya que su abuelo era de Rivera Oveja, este gaditano asegura conservar un vínculo muy especial con esta tierra.

--¿Qué novedades quieres destacar de ´Assalto´?

--Pues en Assalto me acerco más al sonido que quiero, el Rock, áspero. Esa actitud y esencia siempre estarán conmigo. Era un reto tremendo, un verdadero "assalto" a las fusiones imposibles, reunir con una coherencia estilos tan dispares. Pero creo que si vas canción a canción, el disco te resulta como un viaje divertido.

--¿En el próximo disco, tienes pensado también cantar en otros idiomas?

--Es un color más que añades a la voz y a las letras, es como utilizar otro instrumento diferente de repente. Parece lógico que en el próximo disco caiga algo en alemán e inglés. En mi tierra, allá por Rivera Oveja y Casar de Palomero se habla el ´jurdano´. Quién sabe si podríamos incorporarlo.

--¿Sientes como una obligación moral el implicarte en temas sociales?

--No sólo hago canciones, también colaboro con varias ONGs como la Fundación Mujeres y la Fundación La Mujer es una Diosa, ambas en feroz lucha contra la lacra de la violencia de género. También visito institutos dando miniconciertos y charlas a los jóvenes para que vean que se puede tener éxito lejos de las drogas y cerca del deporte. Creo que cuando la vida te da cosas, debes devolverle cosas a la vida. Para mí sí que es una obligación moral escuchar proyectos y colaborar con los que más te lleguen al corazón.

--¿Qué opinas de Extremadura?

--Bueno, siempre voy a mi refugio en Las Hurdes, una casita que tenemos en Rivera Oveja a componer y maquetear en plena naturaleza las canciones de cada disco. En fin, que la tierra siempre tira. Es cierto que tocar en el Martes Mayor o en ferias en junio siempre fue uno de mis sueños de juventud, pues son las fiestas grandes de Plasencia, ciudad de la que guardo grandes recuerdos y donde tengo muchos amigos. ¡Incluso tuve una novia guapísima de larga melena morena!

--¿Sientes que esta etapa en solitario es más libre y madura que la de Sugarless?

--Cuando un artista pierde su libertad, está muerto. Y algo así pasó con Sugarless. Cuando propuse la introducción de guiños al flamenco y a la música latina y me encontré con un muro, es cuando decidí que no valgo para estar en las cárceles musicales.