Nacida en Badajoz, comenzó a bailar a los cuatro años con los coros y danzas y no ha parado. Siguió con sevillanas, ballet clásico y mientras estudiaba Magisterio aprendía danza española en las escuelas de Caracolillo, esposo de Juanita Reina, de Manolo Marín o Carmen Montiel, titulándose en grado superior en el Conservatorio de Sevilla. Vive en Badajoz, estudia Psicopedagogía y dice que no quiere irse.

--Usted es soltera, formada y artista. ¿Puede desarrollar su arte en Badajoz? ¿Ha pensado irse?

--Sí se puede desarrollar a nivel de enseñanza, en lo artístico es más difícil, pero no quiero irme, doy clases y veo que la gente se engancha cada vez más. Si nos vamos todos es lo de siempre.

--En la universidad fue delegada. ¿Quién dio más disgustos, compañeros o profesores?

--Los profesores, con los compañeros fue una época muy buena. Eran alumnos muy comprometidos, se implicaban más que los actuales; hubo varios conflictos y respondieron. También con la gran mayoría de profesores la relación fue estupenda.

--Maestra y profesora de baile, ¿lo suyo es enseñar?

--Sí, es lo que más me gusta. No sé por qué ni si me gusta más el baile o la enseñanza. Creo que es una evolución. Fue a los 13 o 14 años cuando decidí baile.

--¿Qué tiene de especial la danza española respecto a otras modalidades?

--Para mí, que es algo nuestro, de España, y es muy completa. Tiene una parte básica de danza clásica; la escuela bolera, que la gente identifica como goyesca; el español estilizado; el flamenco y los bailes regionales de toda España. Pero es la gran desconocida, y poco valorada.

--¿Es cierto o un tópico que el baile es todo sacrificio?

--Es cierto. Si quieres hacer algo realmente, tienes que sacrificarte y lo peor es cuando alguien se dedica al baile, te preguntan ¿y además, qué haces?.

--¿Es el baile al cuerpo lo que la música al espíritu, o la cosa no es tan simple?

--Creo que es más complicado. Cada persona vive el baile de una manera. Las coreografías de mi festival las monto yo y no podría hacerlo si no sintiese algo con la música que te motiva a realizar esa danza. Es una mezcla de sentimiento, plasticidad y emoción.