Caja Duero es ahora Unicaja Banco. Pero nosotros, y con el permiso de los bancos, seguiremos llamándole Caja Duero. Allí era donde Rubén y Ana quedaban todos los sábados por la noche. A eso de las nueve; aunque Rubén llegaba siempre tarde, acicalado, oliendo a Calvin Kleyn a lomos de sus zapatos nuevos. Entonces daban una vuelta por La Madrila, el barrio donde ahora no se oye ni una mosca, y no por sentencias, sino por cuarentenas.

Iban al Bontá, y allí pedían pinchos y Habla del Silencio, que eso del silencio parece ahora una metáfora diabolica. Después acudían a la Lambretta. Junto a la Vespa , fue un icono de los años 50 y 60 cuando la cultura juvenil de los mods la adoptó como suya en el Reino Unido. Y aunque nunca pudo desbancarla y siempre fue la eterna segundona, lo cierto es que la Lambretta hizo furor entre las scooters. Lo que pasa es que en Cáceres, La Lambretta no es una moto: es un bar de la calle Venecia.

Cuando en 1987 Ángel Marcos y Jesús Luciano, entonces futbolistas del Cacereño, se hicieron socios, ya existía en Cáceres La Lambretta, un bar que les trapasó Alfonso y que años atrás habían decorado Antonio Pelo y Perico Valhondo, que es el pintor, autor de una de las obras que decora el local y que retrata a una mujer de poderoso trasero, inspirada en un cómic argentino, a la que siempre te dan ganas de pellizcar porque parece una mujer de verdad.

Ángel formaba parte del cuarteto mítico, compuesto también por Juan Sarratea (que ahora es fisioterapeuta), Jesús Lambretta, y ¡¡¡¡Chinto!!!, el hostelero, al que un día los compañeros le dieron el Oscar al más cagalera .

Vivían entonces en un piso de alquiler en La Madrila. Era la época del boom de La Madrila: Faunos, Bols, Maribel (la abuela de La Madrila , auténtica mujer coraje), el Keaton (donde, por cierto, Jesús conoció a su mujer, Toyi)... y siempre acababan en Acuario, hoy Manómetro, que era el bar al que los jugadores no podían faltar el domingo al acabar el partido y donde estaba de camarero Isidoro.

Cómo olvidar a Oñi, Parra, José Miguel , el tenca de Brozas, que ahora es funcionario, a Vicente Chuzo, el utillero...

Jesús lleva bigote desde los 18 años, una vez se lo quitó y nadie lo reconocía por la calle, ni siquiera David Vivas, el del Barroco, al que Jesús cariñosamente llama El Sordo. Jesús nació en Cádiz, en el barrio de la Viña y la playa de La Caleta. Era portero. Se enfrentó a Arconada estando el Cádiz en Primera. Desde que fichó por el Cacereño vive en Cáceres y aquí han nacido sus dos hijos, Jesús y Víctor. Hoy es socio de pago del club, tiene el número 388.

Cuando junto a Ángel se quedó con La Lambretta, futbolistas y aficionados de nuestra ciudad acudían al local: Juanito , el de Las Carmelitas, Mami Quevedo y su Cristina Tárrega, Quini, máximo goleador del Barça, Gregorio Manzano, el del Mallorca, Caminero, Salas, Andrés, del Madrid, Josemi, el oreja de Cádiz, nuestro Manolino...

Frecuentaban La Lambretta políticos, artistas como Coup de Soupe o Los Centellas (sí, los que cantaban Ese toro enamorado de la luna... que hasta fueron disco de platino). Pero quienes nunca faltan desde hace ya 16 años son los Reyes Magos , que tras la cabalgata siempre paran a repostar.

Tampoco faltaban Rubén y Ana cada sábado por la noche. Le pedían a Jesús que les pusiera una de Sabina y se besaban. Cuando tocaba cerrar, se iban a casa de Ana, que tiene una terraza con vistas a la Montaña. Y allí se besaban más y más. Ahora lo hacen por videollamada. Cosas del coronavirus.