EL HOMBRE , que ha sido condenado por la Audiencia de Sevilla, almacenaba en su ordenador más de 3.150 fotos, que compartía con otros usuarios de internet. Fue descubierto cuando llevó su portátil a reparar y el técnico, al hacer comprobaciones de funcionamiento, escogió al azar diversos archivos y vio su contenido, y avisó a la policía.