Cataluña y, con diversos matices, el País Vasco, Andalucía y Canarias ni siquiera esperaron a la aprobación de la LOMCE o ley Wert por el pleno del Congreso --donde un PP en soledad absoluta impuso ayer su mayoría absoluta-- para anunciar que preparan su "insumisión" a la polémica norma y que recurrirán ante el Constitucional en cuanto esta vea la luz en el BOE. "Los colegios catalanes, en todo caso, no la aplicarán..

En una línea similar, la consejera vasca de Educación, Cristina Uriarte, se mostró convencida de que Euskadi podrá preservar su modelo educativo frente a las modificaciones de la LOMCE, de la que los portavoces de la oposición dijeron ayer que será la más efímera de la historia. La oposición ratificó su compromiso de derogarla en cuanto el PP pierda la mayoría absoluta. "El Gobierno vasco va a hacer todo lo posible para garantizar su modelo educativo propio", subrayó Uriarte.

Con menos rotundidad, porque "al tratarse de una ley orgánica, es de obligado cumplimiento", fuentes de las consejerías de Andalucía y Canarias, explicaron que tienen grupos de expertos estudiando un modelo alternativo.

Blanco de las críticas por su cerrazón al diálogo, incluso por parte de las comunidades gobernadas por el PP, recibió ayer un suspenso tan general que incluso dos diputados afines del Foro de Asturias y Coalición Canaria se abstuvieron. Ayer, en su triste soledad ante el pleno, negó todas las acusaciones y críticas, a su juicio, "nacidas del prejuicio". Así, rechazó que suponga una segregación, rompa con la igualdad de oportunidades, desmantele la educación pública o ataque al catalán. En su opinión, su ley solo intenta paliar los daños que causaron las del PSOE, el elevado abandono escolar y los bajo nivel en PISA. Aunque más calmado que en otras ocasiones, dejó caer otra perla con su rigor de siempre: "Los repetidores nos cuestan 24.000 millones".