Los toros de la ganadería del Pilar (Salamanca) han protagonizado un peligrosísimo y largo sexto encierro, en el que uno de los bureles ha quedado suelto y ha arremetido en varias ocasiones contra los mozos, cuatro de los cuales han resultado heridos por asta.

La carrera, que ha roto la racha histórica de cinco encierros sin cornadas, había comenzado rapidísima cumpliendo con la fama de veloces de estos animales, aunque el comportamiento del astado descolgado, que se ha cebado en Estafeta con un joven, la ha hecho la más larga de los sanfermines 2013 al sumar 4 minutos y 57 segundos.

La manada ha salido puntual a las 08.00 horas de los corrales de Santo Domingo, con todos los cabestros agrupados a la cabeza y seguida de los seis toros del Pilar muy compactos, que rápidamente han seguido el fuerte ritmo que han imprimido los mansos, de forma que uno de los toros colorados ha escalado posiciones.

Pese a la caída de uno de ellos, la carrera ha continuado veloz y, a final de la cuesta, un corredor ha sido alcanzado por uno de los toros del Pilar y ha recibido un puntazo, la primera herida por asta en los seis encierros de los sanfermines 2013.

Con mucho peligro la torada ha atravesado la plaza del Ayuntamiento aunque ya empezando a separarse en grupos, una disposición en la que ha tomado la Curva sin problemas y ha enfilado la Estafeta, con tres cabestros y cuatro toros en cabeza, otro bravo a unos metros y el sexto, el que causaría los mayores problemas, ya comenzando a rezagarse.

Con este último toro fijándose mucho en los mozos, la carrera ha ido avanzando por la Estafeta, sin mayores problemas excepto la velocidad imprimida en el caso del grueso del grupo por delante, y con enorme peligro en el del toro definitivamente rezagado, que poco después ha provocado los momentos más angustiosos.

Ha sido a mitad de la Estafeta cuando ha embestido a un grupo de corredores y ha perdido el equilibrio y, al levantarse, cuando parecía que iba a continuar su camino, ha conseguido alcanzar a uno de esos mozos, lo ha tirado al suelo y le ha corneado durante un angustioso medio minuto.

Los mozos y los pastores que le rodeaban han intentado quitarle de encima al toro, que repetidamente volvía sobre el corredor, hasta que finalmente, incluso agarrando del rabo al bravo, han logrado que éste desviase su atención del joven y continuase algo despistado su camino.

Poco a poco ha enfilado el último tramo de la calle, siguiendo las llamadas de los corredores, que hoy han sido fundamentales para evitar peores consecuencias, aunque la actitud del toro ha continuado causando problemas.

Así, al llegar a Telefónica el animal ha embestido de nuevo contra los corredores, al menos uno de los cuales ha recibido un puntazo aquí, cerca del vallado contra el cual ha arremetido en varias ocasiones.

El toro se ha parado, se ha girado y ha vuelto a ser reconducido por los mozos a punta de periódico hasta llegar a la entrada del coso taurino, donde le esperaban los dobladores, que le han conducido ya sin incidencias hasta los chiqueros de la plaza.