Un fuerte estruendo seguido de una densa columna de humo alertó a los vecinos de Benacazón (Sevilla) de la explosión en la fábrica de pirotecnia Virgen de las Nieves. Los cuatro trabajadores que estaban en la factoría fallecieron casi en el acto al salir despedidos por la onda expansiva o quedar atrapados bajos los escombros, mientras que otra persona está en estado crítico y sufre quemaduras en el 98% de su cuerpo.

La Guardia Civil baraja como primera hipótesis del accidente que hubiera una incidencia en la manipulación de la pólvora, un material que se vuelve más peligroso con los cerca de 40º de temperatura registrados estos días en Sevilla. La deflagración se produjo sobre las 13.00 horas, cuando los cuatro trabajadores se encontraban en el taller de carga manejando los cohetes para las fiestas de primavera de las localidades cercanas.

Al lugar de los hechos se desplazaron quince patrullas del Instituto Armado y numerosos efectivos de bomberos y Protección Civil, que lograron extinguir el incendio de la fábrica cerca de dos horas después de la explosión.

Los cuerpos de las víctimas han quedado prácticamente destrozados, por lo que la identificación deberá hacerse mediante ADN. Junto a ellos se encontraba un conocido que, en su día libre, se había acercado a ayudar a sus amigos y que es la víctima gravemente herida.

La explosión hizo vibrar los cristales de las casas del pueblo e incluso se notó en algunos municipios cercanos. Las víctimas eran vecinas de Benacazón, una localidad de unos 6.000 habitantes, y participaban activamente en la vida social del pueblo. Todos dejan familia y uno de ellos, ocho hijos, por lo que la localidad ha decretado tres días de luto oficial.

El sepelio por las víctimas se celebrará el sábado en la localidad y será oficiado por el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo.