Cuatro obreros (dos españoles y dos magrebís) murieron ayer mientras trabajaban en las obras de remodelación del Hotel Son Moll de Cala Ratjada (municipio de Capdepera, Mallorca), que se vino abajo, al parecer, por culpa de las intensas lluvias que azotaron todo el día a la isla. Aunque es probable que no todo lo hiciera el temporal.

El ayuntamiento de la localidad señaló que la reforma se llevaba a cabo sin la debida licencia, y precisó que hace unas seis semanas había ordenado a los propietarios que pararan los trabajos. Orden que, sobra decirlo, no observaron.

El consuelo (en ningún caso para los familiares de los fallecidos) es que el derrumbe tuvo lugar justo cuando la mayor parte de los obreros se habían tomado una pausa para desayunar.

El hotel está compuesto de tres edificios, uno de 11 plantas, uno de 10 y otro de tres; fue este último el que se vino abajo. El siniestro también causó heridas a cuatro personas, tres de las cuales siguen ingresadas en el Hospital de Manacor. Sufren traumatismos diversos, pero sus vidas no peligran.

INVESTIGACION Hoteles Serrano no solamente carecía de licencia para ejecutar las obras, sino que, según declaró el alcalde de Capdepera, Bartomeu Alcina, varias veces les había sido denegada. La detección de "irregularidades técnicas" en los trabajos que, a pesar de todo, emprendió la empresa, fue lo que llevó al ayuntamiento a ordenar que pararan la reforma.

Los propios obreros habían expresado su preocupación, y en varias ocasiones habían comentado que el edificio "era muy inestable" y en cualquier momento "se podía venir abajo". Hasta bien entrada la tarde, ningún responsable de la compañía se había acercado a dar la cara en el lugar de la tragedia.

UN DIA CASI HISTORICO Aunque solo la investigación servirá para determinar hasta qué punto las lluvias han sido un factor clave, lo cierto es que el accidente ocurrió en un día casi histórico desde el punto de vista del clima.

La Agencia Meteorológica de Baleares informó de que ayer precisamente se registraron las lluvias más abundantes en 29 años: 276 litros por metro cuadrado en 24 horas en el pueblo de Lluc de la Sierra de Tramuntana. "Está lloviendo sobre mojado y el agua corre", explicó Agustín Jansá, el director de la agencia, para resumir una situación que puso en estado de emergencia Mallorca y obligó a movilizar la Unidad Militar de Emergencias (UME). Medio centenar de militares ayudaron a los agentes de Protección Civil.

El fortísimo temporal causó inundaciones en varios puntos de la provincia, especialmente en la Sierra de la Tramuntana, y forzó la evacuación de más de 120 personas cuyas casas están en zonas de riesgo. Sa Pobla, Andratx, Estellencs, Sóller, Puigpunyent y Calvià fueron los municipios más afectados. Las lluvias también causaron grandes retenciones en carreteras de entrada y salida de Palma.