Cuatro personas resultaron muertas, dos mujeres y dos niños de cuatro y doce años, en dos dramas familiares ocurridos anoche en las ciudades alemanas de Ludwigshafen y Gifhorn. El padre de los dos niños muertos, un hombre de 37 años, fue detenido hoy por la policía, que lo encontró herido en las cercanías de su casa de Ludwingshafen (oeste de Alemania).

Se sospecha que el hombre mató a sus hijos tras una fuerte discusión con su esposa, a quien dejó asimismo herida de gravedad. El presunto asesino llamó a la policía para informar de que había matado a toda su familia.

En Gifhorn, Baja Sajonia (norte de Alemania), otro hombre de 36 años confesó haber matado a su esposa y a la hermana de ésta delante de sus hijas, de año y medio y cinco años.