Los policías que investigaron la desaparición de Marta del Castillo han dicho hoy al juez que el menor de edad apodado El Cuco se derrumbó cuando le dijeron que habían encontrado su ADN junto con el de la víctima en el piso donde fue asesinada y les confesó que la había visto "con mucha sangre". Estos policías han dicho al juez de menores que enjuicia a El Cuco que el 4 de marzo de 2009, cuarenta días después de la desaparición de Marta, acudieron al centro de menores donde estaba internado El Cuco, que permanecía detenido por su presunta relación con la operación para arrojar el cadáver al Guadalquivir. Según han comentado los asistentes a la vista contra el menor, que se celebra a puerta cerrada, los policías han relatado que al informarle de que habían encontrado ADN de ambos debajo de una mesa en la habitación del asesino confeso, Miguel Carcaño, El Cuco "se puso muy agobiado y empezó a llorar como un niño, a balbucear y les dijo que quería declarar". Durante el traslado a una Comisaría, "espontáneamente" les dijo que había estado en el piso de la calle León XIII de Sevilla y que había visto a Marta "con mucha sangre", por lo que los policías creyeron que su implicación era mayor de lo que se pensaba y que a continuación iba a confesar. No obstante, cuando llegó a la Comisaría, el menor, que entonces tenía 15 años, "se rehizo anímicamente", se entrevistó con su letrado y a partir de entonces decidió no declarar, han añadido las citadas fuentes. Entonces se ofreció a mostrar a la Policía el puente desde el cual arrojaron el cadáver de Marta al Guadalquivir, pero al día siguiente se dedicó "a pasearles" y "marearles" por tres o cuatro puentes de Sevilla, sin concretar desde cual arrojaron a Marta ni dar explicaciones de su inconcreción. Los policías también han asegurado que "no hubo ningún tipo de presión" contra El Cuco y que todas sus declaraciones fueron "espontáneas", en contra de la declaración del menor al juez de que confesó bajo amenazas de que su madre sería detenida, como dueña del coche en el que presuntamente se trasladó el cadáver. Javier G.M. reconoció que era suya la navaja tipo mariposa que la Policía encontró en una alcantarilla dos semanas después del crimen, ante la declaración del asesino confeso, Miguel Carcaño, de que con ella amenazaron a Marta mientras la violaban entre ambos. La cuarta jornada del juicio contra El Cuco vivió hoy un momento de tensión cuando los padres de Marta coincidieron con los del menor de edad cuando ambas parejas entraban por el Juzgado de Guardia al edificio donde se celebra la vista. A la salida del juicio, la madre de Marta, Eva Casanueva, ha dicho a los periodistas que ha visto al acusado "frío, como si no fuera con él", pese a que se enfrenta a seis años de internamiento por dos delitos de violación y uno de asesinato.