La gala de entrega de los Premios Goya, celebrada el sábado, ha sembrado la polémica entre el Ministerio de Cultura, la Academia del Cine, organizadora del evento, y algunos sectores cinematográficos, que han vivido con "malestar" lo que consideran "politización" de un acto de promoción del cine español.

Fuentes de la Academia de Cine manifestaron que esta "se hace responsable al cien por cien" de la gala.

En este sentido, se sitúan también los presentadores de la gala y miembros del grupo de teatro Animalario, Guillermo Toledo y Alberto San Juan, quienes coincidieron en señalar: "quien recoge un premio tiene derecho a decir lo que le da la gana, como si quiere rezar un padrenuestro. ¿A alguien le cabe en la cabeza que se pueda obligar a Javier Bardem o a Elías Querejeta a decir una consigna?".

"Desnaturalizar la gala de los Goya es un error, porque es una fiesta y hacerla como se hizo el sábado desnaturaliza este acto en pro de otros objetivos", señaló la titular de Cultura, Pilar del Castillo, para quien "desviar el objetivo del acto no es bueno para nadie, ni para el cine".

El director del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales, José María Otero, habló del "malestar" que se palpaba en sectores del cine español por la gala. "Los mítines deben celebrarse en otros lugares. Los premios parecieron la excusa para otra cosa", dijo.