La Cumbre del Clima de la ONU que se celebra en Poznan (Polonia) se desbloqueó hoy al vincular por primera vez a los países en desarrollo a objetivos de reducción de emisiones, en las negociaciones que deberán culminar con un acuerdo sobre el nuevo régimen climático internacional. La secretaria de Estado española de Cambio Climático, Teresa Ribera, hizo este anuncio en rueda de prensa y afirmó que se trata de un avance "suficiente" y es más concreto que el que se logró el pasado año en Bali.

El acuerdo, que será ratificado en el plenario, servirá de base para la negociación de la próxima Cumbre de Copenhague, en la que se deberá llegar a un compromiso de lucha contra el cambio climático a partir de 2012, cuando expire el Protocolo de Kioto.

El documento de negociación hace referencia a una reducción en el aumento de las emisiones de los países en desarrollo de entre el 15 y el 30 por ciento en 2020, lo que permitirá que éstas crezcan por debajo de lo que cabría esperar si no se adoptase ninguna medida.

Las delegaciones consiguieron ponerse de acuerdo tras un trabajo muy intenso, justo un día antes de que se incorporen a la negociación los ministros responsables de Medio Ambiente de más de 192 países. La introducción por primera vez de un elemento que vincula el objetivo de disminución de emisiones de los países industrializados con un esfuerzo de reducción por parte de los emergentes ha hecho que Japón, Canadá, Australia y Nueva Zelanda se hayan sumado al consenso.

Ayer, estos Estados pusieron en peligro la negociación, al oponerse a que la declaración final incluyese alguna referencia a la reducción de emisiones de los países industrializados de entre el 25 y el 40 por ciento para el año 2020, como aparecía en la "hoja de ruta" acordada en la cumbre del pasado año en Bali.

Ribera explicó que el acuerdo recoge las valoraciones del Grupo Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC) para que la temperatura del planeta no suba por encima de dos grados centígrados.

La introducción de los nuevos objetivos de reducción ha sido posible también gracias a que se ha suavizado la dura postura que mantenía el G-77 (países en desarrollo) en sus exigencias hacia los industrializados. La secretaria de Estado española aseguró que solamente con la reducción de emisiones por parte de las economías más ricas es imposible enfrentarse al cambio climático, "por muy responsables que seamos históricamente".

Según Ribera, este avance permite que "entremos en condiciones bastante limpias" en el tramo ministerial, durante el cual los titulares se pueden centrar en cuestiones relacionadas con la mitigación, la adaptación, la solidaridad y la reorganización de la arquitectura financiera. "Hemos avanzado en el proceso de preparar los elementos adecuadamente para lograr el éxito en Copenhague, que ayer no estaba garantizado", agregó Ribera.

Como aspecto negativo, Ribera señaló el hecho de que Asia haya decidido que su representante en el buró (la junta gestora del proceso negociador) de la Convención de la ONU de Cambio Climático sea el negociador principal de Arabia Saudí, uno de los mayores productores de petróleo.

Otros puntos cerrados hoy se refieren a la introducción en los mecanismos de desarrollo limpio de las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, al decidirse posponer su negociación hasta el año que viene. También se aplazó hasta el próximo año la discusión de fórmulas concretas para financiar proyectos encaminados a detener la deforestación.