Los padres de Madeleine, la niña británica que desapareció el 3 de mayo en el sur de Portugal, recordaron hoy que se cumplen seis meses sin la pequeña e hicieron un llamamiento para conseguir información que pueda ayudar a encontrarla. Seis meses es un tiempo muy largo para que una niña pequeña esté separada de su familia. Creemos que nuestra Madeleine está en algún sitio y mantenemos la esperanza de reunirnos con ella", dijo en un comunicado la madre de la niña, Kate McCann.

"Si usted tiene información relacionada con la desaparición de Madeleine o su paradero, por favor, pásenosla", agregó la madre. Kate McCann y su marido, Gerry McCann, también difundieron una nueva fotografía de su hija tomada doce días antes de que se perdiera el rastro de la pequeña, que en la instantánea aparece sonriente jugando en un parque cercano a la vivienda familiar en Rohtley, en el condado de Leicestershire (centro de Inglaterra). Asimismo, los padres, fervientes católicos, recordarán la triste efemérides en una misa que se celebrará hoy en la iglesia de Santa María y San Juan de Rothley.

Los McCann, ambos de 39 años y médicos de profesión, volvieron a esa localidad hace dos meses tras ser declarados formalmente sospechosos por la policía portuguesa en relación con el caso, si bien han negado cualquier implicación en la desaparición de su hija, cuyo rostro se ha hecho famoso en todo el mundo. Los investigadores lusos sospechan que los McCann pueden estar involucrados en la muerte accidental de su hija, después de que perros especialmente entrenados por la policía británica detectaran olor a cadáver en su automóvil, apartamento y efectos personales.

Pero los padres, según declaraciones personales o de sus portavoces,consideran un despropósito las acusaciones, se declaran seguros de que su hija fue secuestrada y creen que la policía no debería renunciar a encontrarla viva. Madeleine, de 4 años, desapareció el 3 de mayo pasado de la habitación en la que dormía con sus dos hermanos, de 2 años, en un apartamento de un complejo turístico del Algarve (sur de Portugal), mientras sus padres cenaban en un restaurante cercano.