El último cardenal elector que faltaba, el vietnamita Jean-Baptiste Fham Minh Man, llegó ayer a Roma, de modo que en cualquier momento el senado cardenalicio puede decidir la fecha del cónclave que elegirá al sucesor del papa Benedicto XVI. Sin embargo, los cardenales alemanes y los de EEUU --los mayores contribuyentes a la economía de la Iglesia católica-- no tienen prisa.

"No estamos listos todavía", ha dicho Francis George, de Chicago. "La prisa me preocupa, ha añadido el cardenal Sean Patrick O'Malley, un capuchino que en Roma viste el sayo de su orden. "Si no hay tiempo para discutir antes, el cónclave se alargará", ha dicho O'MMaalley, enviado en su día a Boston para una operación limpieza en la diócesis por el escándalo de los abusos sexuales. El alemán Walter Kasper se ha sumado diciendo que "este cónclave hay que prepararlo con calma".

LA "REVOLUCION" Esa "calma", que también han pedido otros electores, puede presagiar la elección de un papa sorprendente, que conlleve un giro de la Iglesia tras años de una deriva de desprestigio que ha desembocado en la renuncia de Benedicto XVI y la existencia de un informe secreto sobre la situación del Vaticano que este entregará "solo al sucesor". Por el momento, el retraso evidencia que en las congregaciones generales, las reuniones de cardenales previas al cónclave, se ha producido un choque entre los electores vinculados a la curia (Gobierno central de la Iglesia) y los forasteros. Los primeros esperaban liquidar la preparación en poco tiempo, lo que habría facilitado la elección de un candidato afín, mientras que la "calma" de los demás ha impuesto ir más a fondo en los análisis previos. "La reforma de la curia es una prioridad. Debe haber más comunicación entre los dicasterios organismos y más transparencia", ha señalado Kasper, quien ha pedido "revolucionar" la curia.

Prueba del choque es también que las ruedas de prensa de los cardenales de EEUU se han acabado. "Están comprometidos con la transparencia y están contentos si pueden compartir una supervisión de su trabajo con los medios y el público", indicó su portavoz. Pero los cardenales de la curia les han silenciado, aduciendo el secreto que debe acompañar el proceso del cónclave.

BUSCANDO PISTAS Los cardenales son literalmente acosados por los medios para que suelten alguna información. Hasta el miércoles se paraban siempre y algo decían, pero desde ayer se escabullen. Antonio Spadaro, jesuita, experto en internet y director del prestigioso mensual Civiltà Cattolica , ha escrito que en interner "se puede intuir cómo son algunos de los papables y qué pontífice desearían". Los más presentes en Facebook y Twitter son el filipino Tagle, el italiano Ravasi y el estadounidense Dolan.