"Cada uno es como es". Así de claro explicó el torero Curro Romero a la prensa los motivos de su espantá que le llevaron a anular sus iniciales planes de casarse el 1 de marzo con Carmen Tello. La boda se celebró en una ceremonia íntima el pasado 16 de febrero, pero ayer tuvo lugar el banquete aunque con una lista de invitados reducidos a la mitad para evitar el agobio del que el torero huyó.

La celebración de la boda tuvo lugar al mediodía en la hacienda El Loreto de Espartinas (Sevilla), adonde acudieron unos doscientos invitados. El goteo de celebridades comenzó con la llegada de la tonadillera Isabel Pantoja (segunda foto por la derecha) acompañada de su maquillador, Juan Pedro. Tras el banquete, la cantante bailó en varias ocasiones con un desconocido caballero con quien coincidió en el festejo.

La duquesa de Alba, que fue testigo en el enlace civil, acudió al convite con su hija Eugenia Martínez de Irujo (ambas en la segunda foto por la izquierda), que no coincidió con su aún esposo, Francisco Rivera Ordóñez, que, aunque estaba invitado, no fue por torear en un festival.

Terelu Campos, coqueta como siempre, se presentó con unas sandalias de finísimos tacones que le impedían andar por el albero. La presentadora acudió con su madre e igualmente presentadora M Teresa Campos (ambas en la foto de la derecha). También estuvieron los ministros de Fomento y de Administraciones Públicas, Francisco Alvarez-Cascos y Javier Arenas, con sus respectivas esposas, Gemma Ruiz y Macarena Olivencia, así como los componentes del dúo Los del Río, el torero Miguel Báez, Litri y varios artistas flamencos.

Los recién casados (foto de la izquierda) llegaron a la hacienda al mismo tiempo que los invitados y aparecieron radiantes y relajados. Su deseo de casarse en la intimidad ya estaba cumplido. "Era nuestra ilusión -- decía Carmen-- casarnos y poder vivir juntos. Somos muy felices".

La novia, que para su boda escogió un vestido del armario, estrenó esta vez un traje de Toni Benítez, aunque no el previsto antes que se anulara su boda, ya que éste era de noche. Carmen Tello llevaba un vestido de gasa estampada en rojos y fucsias y una chaqueta de lana roja. Curro optó por un traje oscuro con camisa azul y corbata a tono con el conjunto de su esposa.

El almuerzo consistió en un aperitivo de jamón, fritos y canapés y, después, un bufet con sopa de tomate, salmón, patatas aliñadas, rabo de toro, fideos con almejas y postres variados.