Ya lo dijeron los interesados hace pocos días. Su amor seguía intacto y así lo han demostrado en una boda secreta e íntima que se celebró ayer en la casa que la pareja tiene en Espartinas (Sevilla). El diestro Curro Romero se salió con la suya y realizó finalmente el paseíllo del brazo de su novia, Carmen Tello, apenas ante una treintena de invitados.

Así le gustan las faenas al maestro. Hace apenas una semana anunció la suspensión de la ceremonia civil prevista para el 1 de marzo a raíz de una discusión de la pareja por el número de invitados. A Carmen, la lista se le había disparado a 400.

Con la duquesa de Alba y el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, como testigos, a las dos en punto de la tarde Romero y Tello se convirtieron en marido y mujer en una ceremonia celebrada en uno de los salones de Bellasombra, la nueva casa que el torero se construyó en la localidad sevillana.

PARIENTES Y AMIGOS

Sólo familiares y amigos más allegados, entre los que se encontraban el periodista Antonio Burgos y esposa, así como José María García y su mujer, Montse Fraile, acudieron a la cita. Todo se llevó en el más absoluto secreto, con comunicado de por medio en el que anunciaban "un periodo de reflexión" para despistar al personal.

En la ceremonia también estuvieron los cuatro hijos de Carmen, fruto de su matrimonio con el marqués de Valencina, y la hija de Curro Romero y Concha Márquez Piquer, Coral Romero Márquez.

Fue una ceremonia de unos 40 minutos emotiva y familiar, oficiada por la alcaldesa de Espartinas, María Regla Jiménez. La novia iba ataviada con un vestido azulado con tornasol y fantasías en azul vivo de bajo irregular, acompañado de una chaqueta de seda salvaje de un brillante azul pavo, firmado por el diseñador sevillano Tony Benítez.

El torero, por su parte, huyó de los tópicos taurinos y se decantó también por un traje de chaqueta clásico en azul verdoso. El Faraón de Camas estaba "relajado, feliz y a gusto", relató a este diario uno de los invitados.

Tras el intercambio de los anillos (momento que recoge la fotografía, ante la duquesa de Alba) y un apasionado beso que sellaba el trajinado matrimonio de la pareja, tras siete años de noviazgo, Javier Arenas tomó la palabra en representación de los amigos presentes y leyó un discurso en el que dejó patente que Carmen y Curro forman "la pareja perfecta". Así lo hizo también el padre de la novia, que manifestó su simpatía hacia el diestro y ratificó la ejemplaridad de la pareja tanto en su noviazgo como de manera previsible lo será su matrimonio.