La llamada corrida del año no pasará a la historia de la tauromaquia por culpa de los toros de Núñez del Cuvillo. Ni José Tomás, a pesar de su estoicismo, ni Morante de la Puebla, con sus destellos artísticos, cortaron una oreja ayer, en la gaditana plaza del Puerto de Santa María. Se lidiaron toros de Núñez del Cuvillo, serios de cara pero de escaso juego, llegando al último tercio con embestidas muy descompuestas.

José Tomás: estocada (ovación); pinchazo hondo atravesado y siete descabellos (silencio tras aviso); y estocada trasera y un descabello (ovación).

Morante de la Puebla: menos de media contraria (ovación); pinchazo, estocada con salida y cuatro descabellos (ovación tras aviso); y pinchazo y metisaca (silencio).

En la enfermería fue atendido Morante de la Puebla por problemas respiratorios antes de su faena al sexto. Le fue aplicado oxígeno y se le puso Urbason intravenoso. Por su parte José Tomás, herido en el primer toro de un puntazo en el glúteo, pasó también a la enfermería una vez terminado el festejo, pues siguió en la plaza y no se retiró hasta matar a sus otros dos toros.

Más de 60 medios de comunicación de España, Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia e Hispanoamérica se habían acreditado para el mano a mano entre José Tomás y Morante, pero ninguno de los dos se llevó un apéndice de tanto bruto como salió de chiqueros.