La plagiocefalia no afecta al intelecto de los niños afectados, según aseguran los médicos. No obstante, sí condiciona su aspecto estético. Asimismo, puede alterar la visión paralela de los dos ojos y, en algunas ocasiones, causar migraña.

Algunas plagiocefalias se deben a una tortícolis congénita mal diagnosticada por los pediatras que obliga al pequeño a mirar siempre hacia el mismo lado.