La cantante pop estadounidense Demi Lovato, de 25 años, ha roto su silencio tras ser hospitalizada por una supuesta sobredosis hace un par de semanas. Mediante un comunicado difundido en Instagram, donde tiene 70 millones de seguidores, la joven da las gracias por estar viva y asegura que estará fuera de los escenarios un tiempo: «Ahora necesito tiempo para sanar y concentrarme en sobriedad y mi camino hacia la recupearación. Seguiré luchando», promete la estrella del pop, que reconoce haber recaído en sus adicciones.

«Siempre he sido transparente sobre mi viaje con la adicción -escribe en la carta abierta difundida a través de su perfil-. Lo que he aprendido es que esta enfermedad no es algo que desaparece o se desvanece con el tiempo. Es algo que debo continuar superando y aún no lo he hecho», escribe Lovato, que permanece ingresada en el hospital Cedars Sinai de Los Ángeles y que está decidida a volver a pasar por un centro de rehabilitación.

Gracias a Dios y a los médicos / En el texto de su mensaje, la cantante agradece a Dios «por mantenerla viva y en buen estado» y también a sus seguidores por el apoyo que le han brindado en la última semana. También dedica unas palabras de cariño a su familia, su equipo y el equipo del hospital Cedars Sinai. «Sin ellos no podría estar escribiendo esta carta para todos vosotros. El amor que me habéis demostrado todos hará que nunca lo olvide y espero el día en el que pueda decir que salí del otro lado», explica.

El pasado 24 de julio La policía y los bomberos de Los Ángeles acudieron a su vivienda en Hollywood Hills tras recibir una llamada de emergencia en la que se alertaba de que la habían encontrado inconsciente. Dos días después debía actuar en Atlantic City. Numerosas estrellas han expresado su solidaridad, aunque también muchos usuarios de las redes sociales recuerdan la escasa repercusión que tienen en los medios los casos de uso problemático de drogas que involucran a personas que no son famosas. La exchica Disney empezó sus problemas de adicciones con apenas 17 años, y a los 18 ya había ingresado en rehabilitación.