Una barcelonesa de 64 años, Vicenta Naranjo Riera, que durante más de dos años tomó el antiinflamatorio Vioxx para tratar sus dolores óseos, presentó ayer en los juzgados de Barcelona la primera denuncia que se interpone en España contra el laboratorio farmacéutico Merck Sharp & Dohme (MSD), productor del fármaco, a quien responsabiliza de las alteraciones auditivas y cardiacas que sufre. El Ministerio de Sanidad prohibió la venta de este medicamento en España en septiembre del 2004, tras la difusión en EEUU de estudios que relacionaron su uso continuado con la aparición de lesiones cardiovasculares e infarto cerebral.

La denuncia aporta un informe médico que certifica que Vicenta Naranjo tomó la sustancia rofecoxib, principio activo de Vioxx, entre febrero del 2000 y febrero del 2003, y que desde julio del 2002 sufre acúfenos (ruidos intraauditivos), vértigos e hipertensión. "A la paciente se le ha diagnosticado vértigo vestibular, síndrome laberíntico tóxico y taquicardia paroxística --suscribe el doctor Jesús Aznar Cuenca, médico de Naranjo desde hace 16 años--. Esos síntomas no aparecieron hasta después de ser tratada con rofecoxib".

El Ministerio de Sanidad calcula que en España recibieron Vioxx con receta pública más de 100.000 personas. El laboratorio MSD estima que fueron más de 277.000 los españoles que por esa vía o abonándo su coste completo tomaron el medicamento.

Aunque no se han publicado informes exhaustivos sobre este consumo en España, la revista Butlletí Groc apuntó en julio que al menos 720 españoles sufrieron infarto de miocardio tras tomarlo.