Tres operarios que trabajaban en la que está llamada a ser una de las infraestructuras insignes de Andorra, el túnel de Dos Valires, murieron ayer al mediodía víctimas del derrumbe de una parte de las obras que se llevan a cabo a la altura de la boca oeste de la galería. Siete trabajadores también resultaron heridos en el accidente, uno de los cuales permanece ingresado en estado grave en el Hospital de Vall d´Hebron (Barcelona), adonde fue trasladado con traumatismo craneoencefálico.

El derrumbe tuvo lugar en uno de los extremos del puente que dará acceso a la boca del túnel, una estructura de entre 15 y 20 metros de altura, técnicamente compleja y prevista para ser entregada dentro de un mes. Cerca de 60 operarios trabajaban en las labores de vertido de hormigón --35 en la zona donde se produjo el siniestro, la llamada Estructura 2-- cuando una parte de la construcción se vino al suelo. Todas las víctimas eran de origen portugués, y todas trabajaban para las empresas Ambicepol y Unifor. No se conocen las causas del accidente.

DIFICIL ACCESO De los 11 trabajadores afectados por el derrumbe, seis fueron trasladados, con heridas de diversa consideración, al Hospital Nuestra Señora de Meritxell, en la parroquia de Escaldes-Engordany. Uno de ellos, diagnosticado de traumatismo craneoencefálico, fue trasladado después a Barcelona, al Vall d´Hebron, donde su estado fue descrito como "estable dentro de la gravedad".

Bajo los escombros estaban los cuerpos de los tres fallecidos, otro operario que de momento se da por desaparecido y un trabajador que sobrevivió al siniestro pero que permanecía atrapado de la cintura para abajo. No solo porque el lugar es de difícil acceso, sino porque la orden era retirar los restos del puente con el mayor cuidado, prácticamente la única herramienta que usaron los equipos de rescate fueron máquinas de soldadura. Aparte de las manos, claro.

Muchos de los 60 operarios que estaban en el momento del accidente se quedaron para ayudar en las labores de rescate, algunos cargando pesadas tablas de madera hasta el sitio del derrumbe para que los responsables de emergencias pudieran caminar sobre el cemento, esparcido por doquier. Los 24 que trabajaban en la Estructura 2 y no resultaron heridos fueron citados por el juez de guardia, que, según confirmó anoche el Gobierno andorrano, podría decretar la suspensión cautelar de las obras. Personal de Bomberos y Protección Civil apuntalaron la estructura para abrir un paso subterráneo y localizar al operario que aún sigue desaparecido. Para ello, se llevaron perros adiestrados al lugar. El Gobierno instaló desde media tarde un gabinete de crisis.