A las 7 de la mañana los Mossos d’Esquadra han irrumpido en el centro social ocupado La Profana donde residía. "Ni han picado a la puerta", explica Julieta T., ahora madre desahuciada en silla de ruedas. A aquella hora su hijo de 12 años ya se había ido al colegio. Vivían desde hacía cuatro meses en el centro autogestionado por artistas de la avenida del Paral·lel. “En cinco años nunca me han concedido un alquiler social desde el ayuntamiento”, denuncia Julieta. En este caso, el edificio ocupado ha sido desalojado a petición de su nuevo propietario.

SIN PREVIO AVISO

Julieta se ha tenido que lavar y arreglar en el lavabo de los servicios sociales del Poble Sec. Solo sabía que del 1 al 15 de noviembre se podía presentar la comitiva judicial. “Me dieron fecha abierta de desalojo porque saben que soy activista y que iba a haber mucha gente respaldándome”, cuenta mientras sus compañeros hacen piña en la sala de espera del espacio municipal. "Han utilizado un gran dispositivo de policía para sacarme a mí, discapacitada", detalla.

Su pensión de discapacidad, que no llega a los 400 euros mensuales, no le da ni siquiera para vivir en la habitación subterránea y sin ventanas que alquilaba antes. Más allá de la prestación social, el pan se lo gana cuando le cesa el dolor y lejos del amparo legal: "Tengo que vender mis pinturas en la calle sin licencia, ya que no tengo el suficiente dinero para costearme un local", lamenta. “Y si viene la policía, me requisa el material y me empapela”, explica frustrada.

UNA DE LAS CARAS DE ‘GUANYEM BARCELONA’

"Una de las ironías de mi situación es que yo misma participé en la campaña de Guanyem Barcelona y salí en su spot hablando sobre la salud y su precarización”, expone Julieta, mientras hace responsable al ayuntamiento de su situación: "Me parece cínico cómo se les ha olvidado cuál era el plan ahora que están dentro de las instituciones", esgrime. “Y sin ninguna solución -agrega-; los servicios sociales hoy nos han dado largas”.

Fuentes municipales replican, sin embargo, que la madre desahuciada "llegó a los servicios sociales el pasado mes de septiembre y en aquel entonces se la dirigió a la Oficina de la Vivienda", espacio en el que no se habría presentado hasta hace 10 días y “con la orden de desahucio ya en la mano”. Sobre la situación vivida en los servicios sociales en la mañana del lunes, el consistorio apunta que "se la iba a acompañar desde el Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona, pero no ha querido esperar y se ha ido sin decir nada". Finalmente, señala el ayuntamiento, la mujer desahuciada ha aceptado un recurso de alojamiento, donde podrá estar temporalmente. Asimismo, indica el consistorio, ya tiene cita concertada esta semana para activar la solicitud de vivienda y de otras necesidades básicas.