TQtué pasará por la mente de una persona cuando niega a los familiares de los desaparecidos la posibilidad de terminar con su sufrimiento? ¿Por qué no se conmueven los que tienen esa capacidad? ¿Y porqué no se les reconoce ese estatuto a los que nunca volvieron a sus casas, sea cual sea su edad y el momento de la desaparición?

Se sabe que siete personas fueron sacadas de la cárcel de Alcañiz el día 11 de noviembre de 1947. También se sabe que ese mismo día, siete personas fueron asesinadas en una cuneta, y sus cadáveres fueron trasladados en un carro, por orden de la Guardia Civil, y enterrados en una fosa en el cementerio viejo de Monroyo (Teruel).

Y cuando se ha conseguido localizar el lugar donde se encuentran, el alcalde no permite que un equipo de forenses pueda identificarlos.

Me preguntó por qué a algunos les costará tanto ponerse en la piel de los hijos, de los hermanos, y de los nietos de miles de personas con nombres y apellidos que salieron un día de sus casas y nunca regresaron. Me preguntó dónde está la diferencia con otros desaparecidos. ¿A quién no le conmueve los nombres de Yeremy , el niño de Canarias, de Madeleine , la niña de El Algarve, de David , el niño pintor de Málaga, y tantos nombres propios desaparecidos en lugares concretos? Estoy segura de que al alcalde de Monroyo estos nombres y estos lugares le conmueven como a cualquiera. ¿Y por qué no los de Josefa Bayod, Aurelio Boj, José Mir , y Aurora Piñana , vistos por última vez junto tres presos más, cuando los sacaban de la cárcel de Alcañiz, el 11 noviembre de 1947?