La policía detuvo ayer en Murcia y Santiago de Compostela a 13 inmigrantes rumanos a los que acusa de ser los integrantes de una organización que se dedicaba a introducir mujeres de su país en España para que ejercieran la prostitución.

El ingreso de una chica rumana de 17 años, en un hospital de Murcia, afectada de meningitis, fue el detonante que permitió a la policía a detener a los 13 miembros de la banda, siete en Murcia y seis en Santiago. La joven declaró que era obligada a ejercer la prostitución en un club de Molina de Segura. Aunque los primeros indicios apuntan a que la meningitis no ha sido por contagio, la joven permanece aislada. Las rumanas vivían retenidas en pisos.