Los Mossos d'Esquadra han detenido a doce personas en una operación que ha permitido desarticular una red dedicada a la fabricación y distribución de medicamentos dopantes falsificados que podría estar involucrada en la muerte de un culturista de 28 años cliente de la organización.

Según ha informado hoy en rueda de prensa el jefe de la investigación, el sargento Xavier Tarrés, la red se dirigía sobre todo a fisicoculturistas que pagaban como mínimo entre 300 y 500 euros por un tratamiento de unas diez semanas, e incluso uno de los dos jefes de la banda, Isidro C.M., actuó como juez en la última edición del Campeonato de Cataluña de Fisicoculturismo.

Tarrés ha explicado que la gran mayoría de los medicamentos incautados eran falsificaciones, con lo que, además del riesgo para la salud que ya entrañan los productos dopantes, en este caso el peligro de sufrir efectos secundarios es aún mayor, por lo que ha hecho un llamamiento a los potenciales usuarios de estos productos para que extremen la precaución.

Tras la detención la semana pasada de los doce implicados, los Mossos se incautaron de más de 100.000 dosis, con un valor en el mercado superior a los 300.000 euros, si bien la policía catalana está convencida de que esta era sólo un pequeña parte de todo el material con el que han traficado mientras han estado operativos.

La red actuaba en toda Cataluña, pero en las últimas semanas había intentado extenderse por el resto de España, ya que constan viajes de los jefes de la organización a Madrid, San Sebastián y Vigo para tratar de abrir nuevos mercados.

La investigación, que aún continúa abierta, se inició a principios de este año a raíz de una información anónima que denunció que se ofrecían productos dopantes en tiendas de complementos alimenticios para deportistas, gimnasios e incluso a través de porteros de discoteca.

Los Mossos pudieron comprobar cómo la red, de la que se tiene constancia de que funcionaba como mínimo desde julio del pasado año, estaba dividida en dos áreas, la primera de ellas minoritaria y que traficaba con medicamentos legales pero no permitidos para deportistas.

Otra falsificaba productos dopantes, mucho más peligrosos para los deportistas porque el contenido del envase no se correspondía con lo que realmente se explicaba en el prospecto y además estaban confeccionados sin las preceptivas medidas sanitarias de esterilización.

Los clientes de la red eran deportistas profesionales y aficionados dedicados al fisicoculturismo, uno de los cuales, de 28 años y vecino de Cerdanyola del Vallès (Barcelona), falleció el pasado mes de noviembre, al parecer debido al consumo de estas sustancias.

Por este motivo, los Mossos han acusado a los dos presuntos cabecillas de la organización, Jonathan S.G., de 26 años y vecino de Bigues i Riells (Barcelona), e Isidro C.M., de 40 años y vecino de Terrassa (Barcelona), por homicidio imprudente, además de tráfico de sustancias dopantes y falsificación de medicamentos.

La red contaba con talleres para falsificar medicamentos, proveedores de las sustancias dopantes y todo lo necesario para falsificar los medicamentos resultantes, como cajas impresas, etiquetas, prospectos y los viales donde se envasaban.

Entre los medicamentos falsificados figuran varios de administración oral, como Winstrol, Dhea, Triacana, Andriol, Primbolan Acetate, Dianobol, Androl Sintex, Oxandrin y Viagra, y de administración inyectable, como Maxigan, Ventipulmin, Nandrolone Decanoate, Hellas, Testex Elmu Prolongatum, Primobolan Depot, Trembolona Ilium Stanabolic, Trembolona Finaplix y Anadrol.

Respecto a los medicamentos auténticos que comercializaban figuran hormonas de crecimiento, Gonadrotropina coriónica humana, insulina, Tamixifreno y varios esteroides anabolizantes, como testosterona y estanozolol.

También comercializaban EPO, una sustancia usada para la resistencia al esfuerzo, por lo que los Mossos estiman que entre los clientes de la red también habría algún ciclista, pero no los de elite porque están convencidos de que éstos no se nutrirían de una red "sin garantía sanitaria".

Se da el caso de que dos de los detenidos, Isidro C.M. e Iván C.V., actuaron como jueces en la última edición del Campeonato de Cataluña de Fisicoculturismo y Fitness, celebrado en Cornellà de Llobregat (Barcelona) el pasado 5 de mayo, donde, según los Mossos, compitieron algunos de los clientes de la red y además se traficó con estas sustancias dopantes.