Recorrían los clubs de alterne en busca de prostitutas brasileñas y, a cambio de una cantidad de entre 300 y 500 euros, se comprometían a regularizar su situación en España estampando en sus pasaportes sellos falsos que les otorgaban la condición de turistas. Los 42 miembros de la red que acaba de desarticular la Policía Nacional en Madrid tenían su base en el aeropuerto de Barajas y disponían de todo un arsenal de fechadores y sellos falsos para burlar los controles del espacio Schengen europeo.

Las pesquisas comenzaron a principios de este año, cuando la Brigada de Extranjería detectó un importante número de personas que tenían en sus pasaportes sellos falsificados de entrada y salida del territorio de la de la UE.