La Policía española y la francesa han desarticulado una red de narcotraficantes en una operación que ha permitido detener a cuatro personas, una en Madrid y tres en Francia, y desmantelar un laboratorio de cocaína en la capital española donde se han incautado cerca de 7 kilos de dicha droga. La droga se distribuía a otros grupos de Francia, Ibiza y las islas Canarias con distintos sellos de calidad, según la pureza de la droga.

La investigación, de más de 15 meses de duración, atestiguó que el grupo desarticulado estaba asentado en Madrid y se estructuraba siguiendo un arquetipo empresarial: sus actividades estaban divididas por sectores y dirigidas por un máximo responsable.

La distribución de estupefaciente se efectuaba a escala nacional y también hacia Francia, bajo demanda de otras organizaciones ilegales. La información sobre nuevos envíos e identidades se filtraba dentro incluso del propio grupo con sus sectores compartimentados, lo que hacía que muchos de sus integrantes no llegaran a conocerse.

Estructura de enlaces anónimos

La forma de actuar consistía en que una vez manipulada y envasada la droga con una prensa hidráulica, era almacenada hasta que se cerraba la negociación con la organización receptora de la cocaína, negociación siempre dirigida por el líder del grupo.

Tras cerrar el trato, éste daba la orden para que el encargado del laboratorio hiciera entrega de la mercancía a una tercera persona. Esta, a su vez, funcionaba únicamente como enlace con el siguiente contacto, que actuaría como correo para la organización al recibir instrucciones sobre el lugar, país de entrega y persona que se haría cargo de la cocaína, por lo que este último escalón desconocía la procedencia del envío. Así, el grupo desarticulado pretendía no verse involucrado en el caso de que la Policía investigara alguna de las organizaciones receptoras.

El pasado mes de octubre los investigadores conocieron la previsión para el envío de cinco kilogramos de cocaína a Francia y contactaron con la policía judicial de Bayona para preparar una operación conjunta con el fin de desarticular la red.

Como resultado, el líder de la organización fue arrestado en Madrid cuando preparaba su huida a Sudamérica, y tres personas más fueron detenidas en Francia, donde fueron incautados los cinco kilogramos de cocaína. El laboratorio de Madrid fue también localizado y en su interior se hallaron 6.700 gramos de cocaína y cuatro sellos. Estos tampones servían al grupo como marcas de identidad frente a los consumidores y también para diferenciar el producto. Eran utilizados cada uno para un mercado distinto, según la calidad y el porcentaje de pureza decidido y el precio cerrado para la transacción.